Ochagavía es un pintoresco pueblo cerca de los Pirineos con calles empedradas y un bonito entorno natural, rodeado de un paisaje verde caracterizado por montañas y frondosos bosques. Se encuentra en el Valle de Salazar, en la confluencia de los ríos Anduña y Zatoya.

La imagen más emblemática de Ochagavía se encuentra en la calle principal del pueblo. Este puente de piedra construido sobre el río Anduña es un puente medieval que se ha conservado casi intacto.

Además de las casas típicas y los diversos puentes a lo largo del río, también llama la atención la arquitectura religiosa. La Ermita de Nuestra Señora de Muskilda es un templo románico construido a finales del siglo XII, cuya ubicación ofrece unas vistas incomparables del valle y del propio pueblo de Ochagavía. La arquitectura de esta ermita se asemeja mucho al estilo tradicional de los caseríos navarros.

También destaca en Ochagavía la iglesia de San Juan Evangelista, que alberga tres retablos renacentistas y valiosas piezas de orfebrería.

Ochagavía también es un destino conocido como una de las puertas de entrada a la Selva de Irati, el segundo bosque de robles y pinos mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra en Alemania.